KAYAKEANDO EN EL GOLFO SAN MATIAS, RIO NEGRO. (Parte 1)

(Con Prefectura de San Antonio en las Grutas)

Que tal amigos, parientes y fieles seguidores de nuestro proyecto!! Hoy es un dìa despejado y sin viento en Las Grutas y encima no hay nadie, asi que estoy sentado en la pc mirando el mar y viendo a las toninas saltar de un lado para el otro morfando algunos peces. Hay mucho para contar, Patagonia arrancò con todo.
Los abandonamos en Viedma, lugar que va a quedar muy presente por el recibimiento que tuvimos, por haber estado en un entorno familiar con Rubèn y Roberto y por el apoyo de la Sub Secretarìa de Deportes que llenò de comida nuestros kayaks. Volveremos pronto, gracias por tanto!

(Gracias Viedma!!!)

Habiendo armado el derrotero con los amigos de la prefectura de Patagones decidimos encarar hacia las grutas por la ruta de los acantilados. Partimos con un flor de viento del Oeste, pero ya no les voy a hablar màs del viento porque aburre, solamente imagìnense que el viento siempre està y va a estar hasta Ushuaia y si les cuento que avanzamos poco es porque nos castigò duramente. Bueno, la cuestiòn es que partimos porque sinò ya era abusar de la gente de Viedma y su hospitalidad. Emprendimos la partida desde el balneario El Còndor, justo al lado del faro.

La idea era llegar a La Loberìa, obviamente un lugar con una enorme colonia de lobos de un pelo. Avanzàbamos lento y tenìamos dos opciones, parar en playa bonita o darle los 32 km hasta la loberìa. Al principio andar por acantilados impresiona un poco porque no ves salidas a lo lejos, es distinto a Mar del Plata donde si hay muchas bajadas para parar. Le pegamos duro pero a 3.5 km por hora se hace una eternidad. La primera opciòn era playa bonita, olvìdense porque no es apta para kayakistas si la marea esta alta, el agua te estampa contra las rocas, salvo que el viento estè quietito. La segunda opciòn, la loberìa, què lugar complicado! Llegamos casi de noche y con la marea baja y para nuestra sorpresa nos encontramos con restingas (ROCAS!) por todos lados.

Tuvimos que barrenar entre las piedras con mucha tensiòn porque las olas cubrìan las rocas y no las veìamos. No me pregunten còmo pero entramos los tres en fila por un hueco que se abriò delante nuestro cuando ya estàbamos decididos a todo, a pegarle a las piedras pero salir de ahì de una vez.

Asì empezamos el largo camino por los acantilados, esquivando piedras y cargando los kayaks de noche por encima de las restingas con 100 kilos y 500 metros por delante. Esa noche los tres tuvimos que tomar desinflamatorios porque quedamos muy doloridos por el esfuerzo. Esperar la marea alta no era una opciòn que se manejaba en ese momento.

Al dìa siguiente tuvimos que salir de ahì otra vez con la baja. Les explico algo, navegar por el mar implica tener suerte con: Viento (velocidad y direcciòn) Mareas (alta/baja y direcciòn de las corrientes) Formaciones de costa y rompientes, horas de luz. Es casi imposible que todo se de a la vez cuando a uno le conviene. Planificar el dìa a dìa es fundamental para avanzar en Patagonia. Entonces volviendo, salimos de la loberìa desde las rocas esperando la marea alta. Cuando salimos lo vi a Diego que quedò ùltimo y entre nosotros un olòn! Acto seguido, lo vi a Diego suspendido en el aire unos segundos....increìble!

Tuvimos algunos dìas de bahìas y playas de canto rodado con orillazo gigante y otra vez lo vi a Diego salir a toda velocidad con una ola de orilla enorme que lo llevò hasta lo màs alto de la playa y ahì lo dejò sentadito en el kayak.

Hemos vivido tambièn la gran experiencia de dormir en los acantilados por falta de playas para bajar.

Debajo del faro Belèn hay lugares donde el acantilado se desmorona y uno puede acampar sobre rocas o sobre pequeñas plateas que se forman.

El mar llega al pie del campamento pero eso no es lo peligroso, los derrumbes son peligrosos. La prefectura de Patagones vino a ver dònde estàbamos parando y de paso nos tiraron unas botellas de agua por el acantilado. Les agradecemos el gesto, costò escalar para ir a buscarlas barranca arriba pero llegamos y nos pudimos dar el lujo de tomar mate.

La ruta 1 pasa por a lado de los acantilados. Todos los lugares que les voy nombrando valen la pena cada kilòmetro.

LLegò el momento esperado, caleta de los loros, Bahìa Creek y sus pozos salados. Esto se convirtiò en el sueño del pibe para nosotros. Imaginen un lugar donde las ballenas saltan todo el tiempo por todos lados, los lobos te persiguen y pasan por debajo del kayak, salen te miran, te piden atenciòn, los ves porque el agua es transparente, el fondo se ve perfecto y venìs remando kilòmetros y kilòmetros mirando para abajo porque no lo podès creer!

(los lobos no paran de jugar con nuestros kayaks)

Nos hemos agarrado tortìcolis de mirar para abajo mientras remamos.

Es la misma sensaciòn que remar en los lagos del sur pero con màs cosas para ver.

Daban ganas de tirarse a bucear un poco. La experiencia en los pozos salados vale la pena vivirla, asi que ahora cuando volvemos se pegan una vuelta por la escuela(http://www.aremar.com.ar/), toman unas clases de kayak y venimos para èstos pagos. No pudimos encontrar las centollas y las almejas pero no va a faltar oportunidad se los aseguro.

Resumiendo un poco, desde que salimos de Bahìa Creek hasta ahora venimos viendo paisajes paradisìacos, playas solitarias, bancos de arena para nadar kilòmetros, toninas que pasan por al lado de los kayaks, las ballenas! y el mar azul por todo el golfo San Matìas.

El sacrificio de remar y remar contra climas desfavorables te regala despuès dìas como los que vivimos en los pozos salados con el mar planchado.

Asì venimos, luchando contra lo que hay que luchar y disfrutando de todo lo que se puede disfrutar. Ya estamos remando en mares bastante movidos pero se empieza a hacer una costumbre. Las olas nos sacuden para acà y para allà pero venimos charlando y buscando cosas para recrear la vista en la costa o debajo del agua.

Queda mucho Golfo por delante, la idea ahora es encarar una larga travesìa hacia Puerto Madryn pasando por Playas Doradas, Puerto Lobos, saliendo de Rìo Negro, entrando a Chubut y recorriendo la penìnsula de Valdès. Se vendràn grandes escarceos (corrientes encontradas y oleajes estàticos) vientos de todos lados, màs acantilados, màs especies de fauna y algunas cosas que ahora se me escapan. La costa patagònica es impresionante, todo por conservar dirìa yo porque como siempre les cuento la basura flota y no se puede creer venir remando por un lugar ùnico y de repente encontrarte con la botellita de gaseosa, la bolsita de Nylon y demàs porquerìas.

Estamos lejos de ser un paìs en serio, no me acuerdo què gobierno tenìa ese slogan: Argentina, un paìs en serio! Perdonen que rompa un poco con lo mismo pero insisto que cada uno desde su lugar tiene que empezar a moverse y lograr un cambio que vaya de menor a mayor, de escala local a provincial y despuès a nacional.
Ahora estamos en Las Grutas en Rìo Negro. La prefectura nos viene siguiendo paso a paso y venimos armando los derroteros junto a ellos para saber por dònde andamos y cuàndo ya que la comunicaciòn se pierde por la falta de señal y de telèfono satelital. En las grutas nos han abierto el destacamento temporario de verano para que podamos quedarnos un dìa, asi que muchas gracias a la PNA de San Antonio y a todo su personal por el excelente trato que nos vienen dando.

El dìa que llegamos al antepuerto de San Antonio Este los amigos de prefectura (Lima 4 Whiskey) se acordaron de una peticiòn que les habìamos hecho...una PEPSI bien helada!! Si si, un poco de azùcar entre tanta sal. Denlo por hecho, 3 litros de Pepsi y 2 kilos de pan y ese dìa la felicidad nos desbordò, todo un lujo tras largos dìas de remo.

Estamos en zona de pesca, por todos lados escuchamos lanchas ir y venir. Son todas de pescadores artesanales que van en busca de la merluza. Otros tienen lanchas equipadas con bombeadores de oxìgeno para bucear y sacar almejas y otros frutos del mar. Nosotros por ahora no hemos agarrado ni un solo pulpo y ni siquiera una almeja, cero fruto de mar, una desgracia. La pròxima le vamos a manguear a algùn pescador. Los campamentos de pescadores pueden ser de gran ayuda, siempre tenemos en cuenta eso a la hora de planificar el recorrido.

(Una Franca Austral pasa por debajo de mi kayak)

Ahora en un capìtulo aparte les cuento un poco la experiencia con la fauna y lo que falta por ver.
Asì vamos de cara al viento recorriendo las costas de la Argentina, mostrando un poco lo que tenemos y viviendo un sueño diario. Seguimos avanzando hacia el objetivo final: Ushuaia.
Saludos para todos, desde Corrientes hasta Viedma, a todos los amigos del camino gracias por seguirnos. Disculpen si no podemos contestar correos o mensajes de texto, a veces estamos remando y otras sin señal o volando por cualquier planeta tomando mate con el marciano Grok.
Mi telèfono (el de Agustìn) me lo està cuidando Nemo en el fondo del mar, se lo prestè un rato. GRACIAS A TODOS, LOS TENEMOS PRESENTES EN CADA REMADA!

De yapa, unos videos!

Restingas en la llegada a la Loberìa.

Loros Barranqueros en EL Còndor.

Durmiendo en los Acantilados.