Los paisajes aùn se mantienen igual, falta poco para llegar a los bosques fueguinos. Las playas son poco profundas y largas y generan grande olas cuando hay mar de fondo y viento.
Rumbo a Rio Grande.
El faro de punta páramo sigue funcionando, uno de los pocos sobrevivientes.
Un chubasquito que trajo nieve y lluvia por 30 minutos.
Peluca navega en un escenario cotidiano, tormentas pasajeras.
Un zorrito y sus malos hábitos.
La planta de gas de la Total austral, una pequeña ciudad del otro lado del estrecho.
El estrecho en un momento de calma y un albatros haciendo de escolta.
El arbolito bandera, testigo de largos años de viento oeste.
Una hembra de sobrepuesto se acerca sin problemas para la foto. Así sumamos una más a la colección ornitológica.
Llegando a cabo Vírgenes.
Punta Dúngeness y el estrecho de fondo. A la derecha el faro Chileno.
El faro de Cabo Vírgenes.
El cruz del sur navegando el estrecho.
Pichones de Magallánicos.
Ultima reparación previa al cruce del estrecho.
El intruso, un Pinguino Rey.
Bandurrias.
Buenas, feliz año para todos, ya en el 2010 y por primera vez en la lejana Tierra del Fuego. Han pasado unas cuantas cosas desde Gallegos hasta acá. Empecemos de atrás para adelante. En este momento estamos en Río Grande alojados en el club Náutico Ioshlelk Oten, club de kayakeros. Muchos están de vacaciones pero Willy nos abrió las puertas del club y estaremos por aquí algunos días hasta que llegue el kayak de Diego. El Gitano está bien, lo vamos a poner a remar por el Río Grande para que vaya entrando en calor. Se viene una etapa muy linda con algunos lugares movidos como el cabo San Diego en la península Mitre. Serán 500 km distintos a lo que estamos acostumbrados.
La partida de Gallegos fué rápida, nos despedimos de José y Facundo y salimos corriente a favor por la ría. Los comentarios previos a nuestra partida y de parte de muchos poco entendidos fueron desafortunados,"de acá para abajo es imposible, lo peor..." etc etc. El clima se portó bien y en 3 días llegamos a Cabo Vírgenes con algunas olas grandes pero bien. Estuvimos alojados un par de días en el destacamento de la PNA atendidos de primera y esperando buenas condiciones para hacer el cruce. El día llegó y tiramos un cruce normal en Magallanes. Partimos con un pronóstico bastante complicado esperando a que calmara en un par de horas, por lo menos eso decía el windgurú. Y así fué, las 4 primeras horas fueron duras con mucha deriva pero luego el clima se calmó y llegamos bien al hito 1. El remolcador Cruz del sur se prestó para hacer un acompañamiento a lo largo de la línea imaginaria que separa Chile y Argentina. Las comunicaciones que escuchamos por la radio entre el capi y la prefectura decían cosas como: "Hay mucho viento, supongo que van a abortar el cruce..." " La marea cambió, ahora la van a tener cuesta arriba...yo no sé, creo que vienen bien..." Asi que agarré la radio y para tranquilizar a ambas partes les comuniqué que todo marchaba bien, lento pero seguro. En total fueron casi 8 horas para completar los 38 km que nos separaban de un lado al otro. Inmediatamente apenas terminamos de pasar se levantó un terrible viento y se puso a llover. Cruzamos justito, no es tan fácil como pensábamos. Las olas son bastante grandes, si el viento supera los 30 km h empiezan a romper y se complica aún más. Cruzar con calma es fundamental porque la deriva es demasiado marcada y si se junta el viento del Oeste y la marea bajando rápidamente terminás mar adentro esquivando plataformas petroleras. El estrecho es un mundo de barcos, plataformas, balizas y faros, de noche parece una ciudad con miles de luces. Así fué que terminamos el la planta de la Total Austral alojados en la prefectura de Río Cullen esperando por la navidad y aguantando un temporal de viento que nos retuvo 5 días. Si pudieran imaginarse lo que comimos en ese lugar, recuperamos kilos como nunca.
De la Total cuando mejoró el clima partimos hacia Río Grande logrando llegar en 3 días. Pasamos la bahía San Sebastián que es bastante grande y ya empezamos a tener las cuatro estaciones en cuestión de horas. De repente llueve, cae nieve, sale el sol y te quema, todo muy cambiante.
La partida de Gallegos fué rápida, nos despedimos de José y Facundo y salimos corriente a favor por la ría. Los comentarios previos a nuestra partida y de parte de muchos poco entendidos fueron desafortunados,"de acá para abajo es imposible, lo peor..." etc etc. El clima se portó bien y en 3 días llegamos a Cabo Vírgenes con algunas olas grandes pero bien. Estuvimos alojados un par de días en el destacamento de la PNA atendidos de primera y esperando buenas condiciones para hacer el cruce. El día llegó y tiramos un cruce normal en Magallanes. Partimos con un pronóstico bastante complicado esperando a que calmara en un par de horas, por lo menos eso decía el windgurú. Y así fué, las 4 primeras horas fueron duras con mucha deriva pero luego el clima se calmó y llegamos bien al hito 1. El remolcador Cruz del sur se prestó para hacer un acompañamiento a lo largo de la línea imaginaria que separa Chile y Argentina. Las comunicaciones que escuchamos por la radio entre el capi y la prefectura decían cosas como: "Hay mucho viento, supongo que van a abortar el cruce..." " La marea cambió, ahora la van a tener cuesta arriba...yo no sé, creo que vienen bien..." Asi que agarré la radio y para tranquilizar a ambas partes les comuniqué que todo marchaba bien, lento pero seguro. En total fueron casi 8 horas para completar los 38 km que nos separaban de un lado al otro. Inmediatamente apenas terminamos de pasar se levantó un terrible viento y se puso a llover. Cruzamos justito, no es tan fácil como pensábamos. Las olas son bastante grandes, si el viento supera los 30 km h empiezan a romper y se complica aún más. Cruzar con calma es fundamental porque la deriva es demasiado marcada y si se junta el viento del Oeste y la marea bajando rápidamente terminás mar adentro esquivando plataformas petroleras. El estrecho es un mundo de barcos, plataformas, balizas y faros, de noche parece una ciudad con miles de luces. Así fué que terminamos el la planta de la Total Austral alojados en la prefectura de Río Cullen esperando por la navidad y aguantando un temporal de viento que nos retuvo 5 días. Si pudieran imaginarse lo que comimos en ese lugar, recuperamos kilos como nunca.
De la Total cuando mejoró el clima partimos hacia Río Grande logrando llegar en 3 días. Pasamos la bahía San Sebastián que es bastante grande y ya empezamos a tener las cuatro estaciones en cuestión de horas. De repente llueve, cae nieve, sale el sol y te quema, todo muy cambiante.
Los días de navegación hacia Río Grande fueron monótonos, las playas son largas y es necesario esperar a la marea alta. El único día que tuvimos que remar 8 horas para hacer casi 50 kilómetros, fué el tercero, día de llegada. Hay una restinga muy larga antes de la boca del río y es el único camino de entrada hacia el náutico. Pero bueno, logramos entrar y justo cambió la marea y se puso río arriba. Continuará...
